Los trabajos para conservar el yacimiento arqueológico del Cerro Íbero continúan con la demolición de una antigua casa abandonada y el acondicionamiento del entorno, que consiste en la eliminación de malas hierbas, limpieza de toda la superficie y el vallado perimetral para proteger el yacimiento.

Todos los trabajos de recuperación y conservación de este entorno están supervisados y documentados por un arqueólogo, ya que el espacio, ubicado en el Cabezo del Agua Salá de Alcantarilla, está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, junto con la Noria, el Acueducto y el Museo de la Huerta.

El terreno en el que se encuentra el yacimiento fue adquirido este año por el Ayuntamiento de Alcantarilla para poner en marcha un Plan de Protección Permanente de los restos arqueológicos.

En las seis catas que se han llevado a cabo hasta la fecha se han encontrado muros de época íbera, pavimentos y cerámica de los siglos V y IV a. C, espinas de pescado, la estructura de una casa y un enterramiento infantil, que están siendo estudiados y catalogados por arqueólogos y antropólogos.

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